hay un amor que es mas alto que los montes
y es mas profundo que el mar;
es mas dulce que la miel
y es mas fresco que agua fresca de manantial.
ese amor es eterno, pues no tiene principio ni final,
y es poderoso, pues vence miedos y temores,
y vuela libre en su libertad.
hay un amor que es ilógico a la lógica humana,
y es incomprensible a su incomprensión;
ese amor, no mira condición humana
y sana las heridas mas hondas del corazón.
ese amor, es apacible como cefiro de primavera
y poderoso como el mar bravío;
si lo dejas en ti morar, sentiras su dicha plena
que te hara olvidar tus dolores mas sombrios.
ese amor, es inagotable, y a la vez,
es incontable como la arena del mar;
jamas de los jamases encontraras
a otro amor que se le compare,
pues amor como el, no lo hubo, no lo hay ni lo habra.
hay un amor que posee el candor de un niño al mirar
y la calidez de una Madre al abrazar;
ese amor no conoce de apariencias
pues el no mira lo que otros, neciamente miraran.
ese amor es hermoso como una rosa embellecida
por las lágrimas que llora el ángel del Alba,
y no se apresura a juzgar;
bienaventurado el corazón que le abre sus puertas
para que con el pueda morar.
hay un amor que resplandece sobre las tinieblas
y es mas preciado que todos los tesoros de este mundo,
y en su regocijo, alegremente te alegra
pues su reir es un cantar sonoro y puro.
ese amor precede al Alba en su signo,
y como un faro que dirige al barco en alta mar,
asi te va guiando por el camino
para que tus pasos no se vayan a desviar.
hay un amor que es por sobre todas las cosas,
y que antes que tu eras, el ya era:
lo anuncian las avecillas, los árboles y las mariposas
y te bendice con tu gracia en gran manera.
ese amor es un cántico que resuena en la mañana,
y es un silencio que se escucha en el ocaso;
su estela es un aura divinizada
que va dejando paz y gracia a su paso.