DEUDAS
Desayunábamos.
Café, tostadas, queso y mermelada.
Ella apoya suavemente su mano en la mia,
me mira y dice con resignación:
-“Me mientes...”
La mire con sonrisa
entre culpable y burlona.
No le conteste.
Cerca del crepúsculo
el viento de otoño
zamarrea en remolino
las hojas del patio.
Anuncia inminente llovizna.
Mirando la ventana pienso
en el desayuno de la mañana:
“ Podría salir el sol ya mismo
con solo pensar en su vientre,
en sus tesoros y aun asi miento...”
¿ Que trauma, que duda,
hace que mi pájaro azul dude
y se resista en vano a aferrarse a su nido?
A.C.F- JUNIO 2020
ARGENTINA