Me persigue su mirada.
Me desnuda su frase.
Levanta lento el vestido
de mi mezquindad
y no detengo sus dedos.
Me muerde el labio del orgullo
y recorre mi cuello
con sus fantasmas del pasado.
Me descolocan sus verdades
de sabor a mentiras vetustas.
Suda mi consciencia.
Reseca mis labios y los moja sin censura.
Me traiciona el azul que sangra de esta alma lejana.
Me sacude atormentada bajo la lupa de su engañosa calma.
Me tiende en su costa de música y carne nocturna.
Me contagia su locura quebrándome todos los silencios de la confusión.
Voy del cielo a su vida
y olvido lo sin olvido... Un secreto perdido de deseo en el sonido de la cabina, nos encerró por dentro.
Se perdió la llave dentro de mí. ¿Para qué salir? te preguntas...
Pasan de las 3 y sabrá que la ha sumido, en lo profundo, hasta lo más profundo,
de lo aun más, por aún más.
Lloraré en mi lugar de siempre...
entre sus brazos abiertos.
Yamel Murillo
Caos, calma y viceversas©
D.R. 2016