“De dictatorial fragancia . . .”
El peje, López Obrador,
se ha pasado de hablador
con su lenta perorata
echó muy dura bravata.
Contra todos, contra el mundo
con ira, rencor profundo,
le salieron sus fantasmas,
boca y lengua fueron armas.
Casi, casi, haciendo fintas,
dijo que no hay medias tintas,
que con su “transformación”
no cabe simulación.
Pidió en sus típicos modos
que nos definamos todos
que, o se está a favor o en contra,
porque con él no hay de otra.
Bajo el “si no estás conmigo
claro que eres mi enemigo”,
pensamiento intolerante,
radical, polarizante.
Anda peor que en la campaña
sacando la hoz, la guadaña,
no sabe que un Presidente
debe ser hombre decente.
Conciliador responsable,
respetuoso, hasta afable,
cuando se sube al templete
contrario a eso, arremete.
Otra vez cayó en aprieto,
por mi parte acepto el reto,
aclaro, en primera instancia,
para que quede constancia.
Que no soy conservador,
ni “fifi”, digo al Señor:
soy un simple ciudadano
que pregunta claro y sano.
¿De qué “transformación” habla?,
¿de la cuarta . . . “abracadabra”?,
¿de esa que es fantasiosa
que no propone gran cosa?
Sin quebrarme mucho el seso
solo miro retroceso,
la destrucción del país
maquillada con barniz.
Del bla, bla displicente,
del mucho engaño a la gente,
de repetir mil mentiras
y hacerlas “verdades” chidas.
Perdón, mal había olvidado
ese su “cambio” mentado,
de, en el tiempo, regresarnos
a los setentas . . . lejanos.
Años del siglo pasado,
retrógrada, desfasado,
ese en que nadie progresa
y el futuro no interesa.
Que invita, de forma atroz,
a comer más frijol y arroz
con solo un par de zapatos
más mejor si son baratos.
En donde nada va avante
ni hay avance interesante,
¿un aeropuerto internacional
a cambio de un tren regional?
Una refinería obsoleta
de mediocridad completa,
lo del avión presidencial,
¿eso es logro?, demencial.
La corrupción más al alza
con “mugrena, la espeTranza
de México”, la incorrecta
adjudicación directa.
De contratos federales
a amigos y a familiares
de funcionarios, en pleno
el nepotismo sin freno.
La economía por el suelo,
mejor dicho en el subsuelo,
crisis, delincuencia, muertos,
¿le sigo con los entuertos?
Del virus, ¿“curva aplanada”?,
sigue en subida, empinada;
pues, así, jamás dudarlo,
no dejaré de expresarlo:
Estoy contra la nefasta
ida “transformación de cuarta”,
se comprende, sin ser sabio,
también la reversa es cambio.
Lo que hay no es “transformación”,
es gradual degradación
de México como país,
del populismo desliz.
De vulgar populachera
dictadura asaz molera,
artera, antigua, muy rancia,
de intolerante fragancia.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 09 de junio del 2020
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