facundo perkins

Calma

La póstuma espiga
besó la tierra un domingo
y un paladín doblegado
durmió ante su metal sin filo.

La moneda gira
pero el corazón está tranquilo
no es necesario nadar
nadie nos espera
solo el silencio esta en vilo.

Es el adagio de la siega
es la honestidad del niño.

¿Sazonar los ánimos
con limones podridos
mientras el lisiado contempla
un vasto camino?

La agujita risueña
en manos torpes del pragmatismo
escoltando a los inflados reos
del acantilado , al suicidio.

Hay lugar para todos
en el festín del hastío
botiquín con cianuro
para los primeros auxilios.


fustigan los látigos
los motores del latifundio
corran descalzos por la libertad
ocúltense en oscuridad del homicidio.

Las viejas y correosas cucarachas
se relamen y prestan su oído
saben encontrar azúcar
en las miserias y en los vicios.


En los desfiladeros de la muerte
los ranning buscan su destino
¡La vacuna contra la idiotez humana!
¿serán acaso los vir..?

¿Como te atreves a pronunciar su nombre?
¡Cállate , bebe y disfruta tu vino!
tira el ancla de tu lengua
en las cloacas de los siglos.


Hay lugar para todos
en el festín del hastío
botiquín con cianuro
para los primeros auxilios.


Es el adagio de la siega
es la honestidad del niño.
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