Sé que todo parece mal, conozco dificultades inconcebibles. También he vivido en un entorno invadido por la injusticia.
Quizás y sólo quizás la perseverancia hará que tu sutil cuerpo; habitación del inconmensurable espíritu que posees, sobreviva.
El hambre intentará doblegar tus fortalezas, la tristeza querrá hacerte caer a un precipicio, del que seguramente serías capaz de restaurarte.
Es un honor para mí ofrecerte mis modestas palabras, en un esfuerzo desesperado de cambiar la historia, para mirar tu vejez, regocijados en placer.
Ahora eres una niña, yo soy un extraño que conoce tus heridas provocadas por crueles caídas, sé del desenlace y viajé a través de la arena para brindarte un caluroso abrazo.
Algunos permanecemos vivos, otros como tú, tal vez pronto sean alcanzados por el mortal destino, pero te aseguraría que moriría para que vivieras.
El alma virtuosa en el interior tuyo será sublime ante el fusil, tus ojos bellos derramará no lágrimas que se volverán grilletes, atormentadores de injusticia.
Anne, guarda el ultimo respiro para escuchar que tus padres no han muerto y no mueras, no seas una historia que deleite, en cambio se felicidad, como lo eres para mí.