Lluvia
frescas lágrimas
derramada llega
la vida
nos baña
vientos sin dirección
tu cabello ondea
Luces serpenteantes
iluminan tu sonrisa
un abrazo tibio
sobre mi piel fría
ya no tiemblo
Lluvia bendita
quédato otro instante
empapa
estos cuerpos
que se deslizan
en esta oscuridad
cómplice
Llueve en Maracay