Las ansias de inmortalidad, me inflan,
y quiero bailar una danza con tu corazón,
sentir sus roces, por las noches, con paroxismo,
quiero guardar tus sueños en un baúl,
en la bolsa de los días en resurrección,
quiero estar pegado a tu pensamiento,
como lo hacen los dulces pegajosamente en la digestión,
y vivir en tus palabras
cada que abras al viento por en medio
con un grito de amor,
y por las calles de tu barrio quiero poner una barricada
con armaduras como un infante con mi espada de cartón
y sintiéndome sin yugo,
porque de pronto podré arrancar tu corazón,
para que sea sólo mío, y luego el mío será sólo tuyo…
sí, se siente bien, con esta arrogancia,
saldrán de tu corazón las flores de una primavera
en su perfección y yo… con atrevimiento, te robaré un beso
cuando los ángeles nos vean,
para que se mueran de celos, ese es el motivo,
porque tú serás mía y me envidiarán aun siendo ángeles,
pronto tus labios estarán nerviosos
y tus piernas, entre ellas intentarán ocultar sus ansias,
será la prueba que sabes amar sin temor
y que yo sin reparos puedo llamarte amor.