Ellie Woonlon

Poema de un día común de la musa Clío

Hoy les traigo un mito muy alegre,

así que acomódense con un café caliente,

porque tendrán que estar despiertos para el deleite.

¡No quiero ninguna bella durmiente presente!

 

 

Y un día cantaba así, la musa de largo cabello:

\"No necesito que sus ojos estén abiertos;

sino los oídos al tanto de mi enérgico y prudente canto.

Quiero que den un paso adelante los guerreros,

de esta multitud aquí reunida a la orilla del lago\".

 

 

Y cuando contó siete jóvenes valerosos,

 ciñó la armadura a su cintura de delicado torso,

para elevar así  el tono de su voz cual rugido de oso:

 

\"¡Enhorabuena, ocho seres partiremos allá a vencer!

El dragón cada día sacrifica a más víctimas,

y sus familias, la desgracia ya no deberán perecer a su merced\".

 

 

Entonces Clío acompañó a los héroes, que librarían al pueblo:

\"¡Oh, guerreros, denme su atención un momento!

Estamos cerca de la guarida del despiadado,

si no quieren más tragedias, escúchenme con cuidado.\"

 

 

A lo lejos se oía la furia del individuo,

ése que esperaba a sus siete asesinos como a bocadillos.

Entonces Clío, al ver que ninguno retrocedía, ordenó al equipo:

 

\"¡Avancen más allá, siguiendo el camino de piedra negra!

Lo hallarán devorando a su última presa, en la cueva;

¡apuñálenlo todos ustedes, y el más fuerte córtele la cabeza!\"

 

 

Efectivamente, esa tarde murió asesinada la gula del dragón dorado;

cuando el hombre más fuerte del pelotón su cabeza desprendió,

corrieron de vuelta al lago, donde la musa los había convocado.

 

 

Ella los vio llegar exhaustos de tan difícil empresa,

e hizo resonar desde las montañas las trompetas,

recibiendo a los héroes en la costa donde partieron,

para celebrar esa noche con todo su pueblo.

 

 

Y anotó el nombre de cada uno en su libro de cuero;

luego juntó las tapas de su escrito, para sellarlo a fuego.

La musa nombró a su epopeya, bautizándola como el arquero;

pues fue Apolo ni más ni menos, quien transfigurado decapitó al glotón alado,

¡de nuevo cumplía otra venganza, su amante de antaño!