Neptalí Aimacaña

El Gran Desprecio

 

Que con rabia alucinada

tú me desprecias y me odias

y no ves más ciertas formas

por tu cólera atestada;

 

que me escribes y lastimas

sin piedad ni raciocino

gritando desde tu instinto

maldiciones que sí estimas;

 

me abandonas y descubres

procurando tanto arruinar

tan completamente a mi amar

y a tus vicios y virtudes;

 

muy a mi ira, que la liberas

dándome tu poca piedad

contra mi sueño y potestad

nada más por mis estelas;

 

¡Mas tu rabia exacerbada

con tu maldición inscrita

deja en prueba lo maldita

que es tu vida condenada!