Vació toda la cantina,
y con botella en mano,
caminante
errante
va el ebrio,
haciendo eses
en su andar...
Quizás no llegue a casa
y amanezca tirado
en la calle,
con tremenda resaca,
más lo que viene luego:
dar cuentas a su esposa.
En esto no sabe qué es peor,
si la cruda o su cónyuge;
de lo uno y lo otro
ahuyenta el pensamiento.
Su filosofía es el aquí y el ahora,
ya Dios dirá mañana.
Caminante
errante
va el ebrio,
haciendo eses
en su andar.