jarablanca

¡REBELIÓN EN LA MESA! (DÉCIMAS)

 

¡REBELIÓN EN LA MESA!

¡Trabajando todo el día!
Ay, que bendita condena.
Ahora a disfrutar la cena
con muchísima alegría.
¿¡Mas, qué es esta algarabía!?
O me estoy medio chiflando
o mi comida está hablando.
¿Qué me dice esa patata?
Es todo menos sensata.
Escuchad que está gritando:

\"¡Pero no nos comas niña!
Aparta de ti este plato
engordarás en un rato;
mejor te comes la piña.
¡Cuando la ropa te ciña
y no puedas respirar,
tú te me vas a enfadar,
es por eso que te advierto...
¡Lo que te digo es muy cierto,
un patatús te va a dar!

¡Patatas con huevo frito!
¡Un montón de calorías!
Por mucho que ahora te rías
después serás puro grito.
Cuando veas el kilito
que en tu cuerpo se acomoda,
harás la dieta de moda,
sentadillas, bicicleta,
te volverás majareta
como cotorra beoda.

En cambio la piña es sana
y cuida de tu figura,
en tu piel pondrá finura
si la tomas con manzana.
Es elegante y galana,
luce muy bien su penacho,
de presumida la tacho,
pero es tan dulce y sabrosa,
tan rica y apetitosa,
que no dejarás ni un cacho.

De nosotras, tú te olvidas
y, también del pobre huevo,
prepárate un plato nuevo,
con verduritas hervidas.
Verás como si te cuidas
no encoge el traje de baño.
Será así como este año
comiendo verdura y piña,
lucirás como una niña...
¡Cómo nos toques te araño!\"

Y así, sin más, de inmediato
no sé por dónde se fueron,
todos de saparecieron
en menos que salta un gato.
Me quedé pensando un rato,
luego un poco pesarosa
al verla tan temblorosa,
quise a la piña abrazar,
mas gritando sin parar
puso pies en polvorosa.

¿Pensáis que esta situación
a mí me amargó la noche?
De optimismo hice derroche
y busqué la solución:
Tarareé una canción,
luego caminé de lado,
después me zampé un helado
que tarde me atinó a ver
y no se pudo mover
por hayarse congelado.