alicia perez hernandez

EN TIERRA EXTRAÑA...

En tierra extraña...  Espiritual

 

Por valles y collados dejé mi alma,

buscaba a mi amado y no era hallado,

lloraba mi alma angustiada por él,

clamaba de noche qué volviera a mí,

gritaba y desgarraba mi alma y fui tras él.

Los valles callaron los collados se cerraron

y mi camino estorbaron.

Agonizaba mi alma, en medio de la noche

y me fui y desmayé en espíritu,

buscando al que sana las almas

y redención buscaba de mi amado por mi pecado,

bajé por caminos no conocidos,

por veredas jamás andadas y llegué y sentí

pasos tras de mí, me volví y nada había.

Rasgué mi alma pidiendo perdón,

y en alas del viento viajé a las alturas y caí,

mi llanto no se escuchaba.

Había una suave brisa que me envolvió,

me llenó de paz y sentí su gracia abrazándome

y no me podía mover el gozo me sustentaba.

Llamé para que me abrieran,

y no salió nadie, estaba en tierra extraña...

Los ríos se escuchaban lejos…. ¡Muy lejos!

la luna se había ocultado y sólo había una silueta,

era mi cuerpo inerte, allí tirado en el suelo,

pero ya no había dolor, ni tristeza, ni ansiedad.

Allí; sentí la fuerza del Espíritu de Dios

tomándome, Levantándome y sanándome,

y sentí la paz qué tanto había anhelado,

dejándome sentir el fuego del Espíritu Santo

su paz y su perdón y su abrazo de amor.

Hoy puedo decir que Dios sanó mi alma,

Después de un proceso de mucho dolor.

La fe no es sólo creer, es para sentir la presencia de Dios

El Espíritu de Dios, en tú espíritu, somos seres tripartita 

Cuerpo, alma y espíritu, y al espíritu le son reveladas

las verdades divinas por el Espíritu Santo de Dios.

 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

incrédulo duda de la palabra de Dios.

Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo” (Romanos 8:9).

Los que son del espíritu, reciben la palabra del Espíritu de Dios.  

 El polvo vuelve a la tierra, como era; y el espíritu vuelve a Dios, quien lo dio. Ec 12\'7

Alicia Pérez Hernández... México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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