Soñé que te besaba…
En mi poema soñé que te besaba:
besaba la caída de tus labios,
besaba la explosión de tus pechos,
besaba el silencio de tus muslos.
Hoy quiero refugiarme en el presente para
exterminar los vestigios del pasado.
Hoy quiero olvidarme de los conflictos del mundo para perderme en las utopías de nuestro amor,
perderme, quiero perderme como lo hice en cada recoveco de tu cuerpo:
pero ya no estás conmigo,
te fuiste a la guerra y perdiste la vida:
perdí yo,
perdió el país,
perdimos todos.
Lloro por la sangre derramada y por los cuerpos derribados,
lloro por el odio pregonado y por el llanto
vertido,
lloro por la ceguera permanente de los pueblos
y por la penumbra cotidiana de los días,
pero sobre todo,
lloro porque ya no estás conmigo.
Cuando imagino tus besos: me saben a sangre.
Cuando imagino tu cuerpo: lo siento frío.
Cuando imagino tu voz: la escucho rota.
Cuando imagino tus ojos: ya no tienen mirada.
Soñé que te besaba:
besaba las heridas de una mujer aniquilada,
besaba las esquirlas de un amor extinto,
besaba los sueños de un país vencido.
En mi poema soñé que te besaba.
Y al despertar,
me atacó la ausencia helada de las sábanas,
me atacó el deseo de trazar tu cuerpo con mis manos,
me atacó el intento de besar cada espacio de tu piel,
y me atacó un estruendo insistente:
los bombardeos ya caían de este lado.
Así que pronto estaremos juntos antes de que vuelva a despertar solo,
derrotado,
recordándote.
-J. Moz