El osculo oscuro olvidó su dulzor,
oocasionada por el olvido
de su memoria.
Orbitaba obsesa, por la obra oculta de la
creación.
Decidió obrar por su cuenta;
oró obstinada y obsequió con
oro al orfebre.
El oráculo sería suyo y
Odin poseído por la pasión,
tendría
por fin su obre y lograría
la gran creación que le
daría el poder, para dominar
a la humanidad.