Yo cuerpo
me levanto ligera
por las mañanas.
Peino mis cabellos
al sol,
y quedo extasiada
ante la luminosidad
del nuevo día.
Luego recorro la urbe.
Subo escaleras.
Participo en reuniones.
Firmo papeles.
Envío correspondencia.
Bailo mi música preferida.
Yo alma
ansío torres elevadas
de antiguos castillos,
aires diáfanos
y campos en paz.
Me hieren los males
que aquejan a la Humanidad.
Soy un alma más buscando la luz
en este valle de flores y espinas.
En esta Torre de Babel
aún alejada
del lenguaje común
de la concordia.