El espíritu si así lo queremos llamar,
no es materia universal
es en si mismo un universo, que pugna entre tantos.
Yo al menos,
estoy perdido entre las infinitas posibilidades de esos universos imperturbables
y mi absoluta pequeñez.
El movimiento, es el equilibrio de las cosas
solo el pensamiento, se detiene
como una instantánea de un preciso momento
quizá tan vano y etéreo, como ese instante que se avecina
temeroso de su propia magnitud.