Como crines de potra en la pradera
flotan libres sus rizos tan endrinos;
y su estampa tan fina de pantera
me produce en el alma torbellinos.
Al mirarla mi mente se imagina
que es la diosa de amor de mi linaje,
pues su forma sensual es tan divina
que despierta pasión de gran voltaje.
¡Y galopa mi sueño en su figura
cual marino detrás de la sirena;
esperando gozar de la dulzura
de su boca, de miel y fuego llena!
¡Y observando su grácil movimiento
me arrebata razón y sentimiento!
Autor: Anibal Rodríguez.