Dayanara Mondragon

Yo les digo

Dios omnipotente, no fue ni será como el hombre jamás.

Es una esencia que vive a través de los sentimientos...

 

Yo les digo

 

¡Qué humillante es el destino y vacío el deseo!

¿Dónde se nace con ilusión?

Aquí se pierde hasta el sabor del néctar

que hace la flor, la sutil belleza del amor.

¡Qué traidora es la agonía y doliente como la desilusión!

¡Por fin siento coraje!

Vivo, siento, doy gracias al cielo.

 

Con una sincera sonrisa,

a este mundo y su tedio, les pregunto…

-¿Por qué cortapisan con fronteras y religiones?

¿Por qué menoscaban la conciencia y la ilusión?

Si lo apremiante es la vida y el amor.

 

Con sincera voz les digo...

¡Adelante! Dios está y estará siempre,

aunque nosotros, lo echemos al olvido.