Costumbre
¡Oh, qué aciaga es la vida!,
cuando la costumbre es rutina,
cuando la fiebre no acaba,
¡oh, vida, oh, herida!,
no dejes de amar a mi corazón,
y con toda razón,
si llega la locura con tortura,
no dejes de amar a mi piel,
con la costumbre en hábito,
cuando es tan infinito el cielo,
¡oh, cielo, oh, infortunio!,
si eres la costumbre,
como aciaga es la vida sin usted,
y con la eterna sed,
sediento de tus besos,
caigo en la costumbre en silencios...