No sé cómo cantó victoria
Si creció entre ásperos sequedales,
Hormigón, ladrillos y la roca de la noria
Que del rocío tomó los humedales.
Cigüeña fue el viento que la trajo semilla
Una pasión por la Vida su placenta
En el patio de dura loza amarilla
Donde plantó febril su reino, cenicienta.
Con tropismos botánicos buscó rayitos del sol
El tenaz arraigo de nervaduras en fila
Con las extrañas providencias del amor
Energía vital de la clorofila.
Allí quedó la pobre, trémula plantita
Sin los besos de una bella flor
Ni las espinas de una mínima inquina
Solo el mimo breve de un oculto candor.