A veces pienso que la vida está podrida.
Que lo que veo y lo que toco
en el fondo está perdido.
Y pienso que yo soy puro,
clarividente y visionario,
que siembro allá dónde nada es fértil,
que toco veneno sin que nada me evenene.
Y a veces caigo en lo que pienso
y me río y sigo al frente de mis pisadas obscenas