Quizá está convencido este elemento
de lo que dice, o bien, nos toma el pelo:
el ángel de la guarda, un tal Marcelo,
le ayuda, dice, en el aparcamiento.
No sé si se refiere este fantoche
a que siempre le encuentra plaza libre,
o le asiste Marcelo y le dirige
la maniobra y así no raya el coche.
Ahora dice y tal vez nos engaña,
que, según Benedicto Dieciséis,
el diablo quiere destruir España.
Ignoro cómo pudo este señor,
con tanta obnubilante telaraña,
llegar a ser Ministro de Interior.
@ Xabier Abando, 13/06/2020