Caminando por la noche,
iluminado por la luna
me topé con tu dulzura.
No sabía como reaccionar,
pues no podía ni hablar.
Cuando pasaste al lado de mí,
mi corazón quería salir tras de ti
y desde que te vi,
no he podido dejar... de pensar en ti.
Ahora sólo en mi jardín
al son de mi violín
rezo al cielo que vuelvas
a estar cerca de mí,
para poderte decir
lo que siento por ti.