Milye Florian
Suaves pasitos (Reto poético 8 palabras “Un poema luminoso \")
Mi alegría al despertar por la mañana
era saltar de mi esponjosa cama
para lavar mi cara con agua y jabón,
tomar un café con rosquilla somoteña,
y luego correr hacia los huertos de maíz
para brincar sobre la acequia y salpicar
mi ropa y mi cara y sentirla como una caricia.
En lo inclinado de la colina
se divisaba un enorme atalaya
con aspecto de castillo medieval
donde se escondía el centinela que
cuidaba los verdes campos.
El viejo centinela añoraba el atol tibio
para sentir un poco de calor
porque la niebla lo envolvía su
desvencijado cuerpo, haciéndole palpitar
su corazón dentro de su desvanecida estructura.
El deseaba acunar su cuerpo
entre las sábanas viejas que le esperaban
cada noche, pero olvidaba que no regresaría
sino hasta el día siguiente.
En cambio yo, después de correr tanto,
A mi casa regresaba, entre rejas miraba
El interior de la sala para entrar desapercibida
Entre el chorro del grifo aprovechando la entornada.
Milye Florian
Mga Jun 2020
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