Tus versos atrevidos y sensuales
me llenan de copiosos pensamientos
que vuelan disfrutando esos momentos,
cargados de pasiones a raudales.
Mujer, cuando declamas madrigales,
demuestras ser rapsoda con talentos
logrando hacer vibrar sin aspavientos
las fibras más profundas liberales.
Expresas tus sentires con cadencia
ligados a momentos exquisitos
teñidos de pasión y de inocencia.
Tu cuerpo es responsable de apetitos
saciados en instantes de demencia
que logran los placeres infinitos.