Ven lléname con el añil de tus pupilas,
Déjame tu carmesí como tatuaje
Dejemos, Los actos de pudor en termopilas
Que hoy toca viajar sin equipaje.
Te besaré las penas y las sombras
Y abrazaré los llantos de tus días
Apagaré la sed con que me nombras
Para teñir de Sol tus alegrías.
Que no te sean frenos los botones
Que no abotonen tu ser, melancolías
Destápate las ganas y comemos
El fruto de los dioses, ambrosias.
Y no me digas, frénate que estas alzado
Que aquí, amor, aquí no hay freno;
Vámonos a bebérnoslo de lleno
El elixir del pecado-
El fuego y la pasión no se sofoca,
Con agua, mi amor, sino con besos
Con la humedad que se esconde tras tu enagua
Y con excesos.