Fueron pasando los años.
Lento nos fuimos conociendo y eligiendo.
Hoy doy gracias a Dios por estos siete años que compartimos.
Miro atrás, recuerdo aquel día que nos conocimos, y se me dibuja una sonrisa.
Miradas que se entrecruzaron, corazones que se sobresaltaron en una tarde de junio, en una hermosa Madrid.
Fugaz fue aquel encuentro, pasajero.
Pensé haberte perdido, pero cuando menos lo pensamos, nos encontramos de nuevo.
El gran misterio de la vida.
Dos historias que se encuentran y comienzan a escribir otra juntos, con esperanza e ilusión.
Aún nos queda mucho camino por recorrer,
momentos que celebrar,
paisajes que contemplar,
sueños que alcanzar….
Hoy renuevo mi compromiso y pido a Dios que nos siga bendiciendo.
“Ad multos annos” amor mío.