Fernando Endara

OCASO

Gaviota pasajera,

sobre espumas crespas,

alma mezquina con un manto de luz

trémula de planos nostálgicos.

Álamos desolados de  viejas lluvias,

de  nuevos atardeceres,

virutas de mar,

rima estancada entre relentes.

Un nuevo amanecer  conjugará el preludio

de un  tiempo que pasa y no me habla,

busco en el  castillo de la sombra

las fuentes cristalinas, las marañas elocuentes.

Sensorio grotesco,  ya no hilvanas

el sol eclipsado por el crepúsculo,

barricadas en llamas, mutuo suspirar,

el tiempo nos ha arrebatado

las parodias de coraje.

Azogue suelto,

noches astilladas sin  estrellas,

como una cuerda en el cuello,

se habían tatuado los resquicios del ocaso.