Me ahogo en la turbiedad de mi sangre
canales fríos que arrastran fango y lodo
me despeño en la áspera sima de tu ausencia
ni estoy vivo, ni tampoco muerto
porque ni siquiera me siento
nada, no soy nada sin tu respirar.
Me ahogo en la espesa y agria desesperación de mi llanto.
Cascadas negras que me desgastan y me abaten.
Necesito descanso. Escupir poemas, me caigo.
Segrego pena y rabio. Rumiar poemas, me escapo.
He de empezar de nuevo?
Mil instantes comienzos alabo.
No puedo estarme quiero
y todavía sigo cansado.
Todo pasa encima de mi, me arrastra, me empuja.
Veo el sol caer tras las rocas rosadas y pienso.
Mañana me levantaré de mi pasado.