Un Sol de invierno que nos acaricia la cara
Como mi mano acaricia tu piel despacito y tibio
En el ocaso del sol.
Solo él es capaz de darte todos los colores
De piel que yo no te daría.
No preciso de ojos océanos
Cuando el Amaranto del sol toca los tuyos
En tonos de almendra y café.
En la madrugada cantan los pajaritos
Y nosotros cantamos en la ducha.
El jabón es mi cómplice
Y el vapor mi aliado
Soy el que peina tu cabello y la piel
En el calor del invierno.
A cada pérdida de cabello se renueva tu belleza
A cada dolor en tu cuerpo me duele el corazón.
A Cada arruga y marca yo las defiendo junto a ti
Y junto a ti vamos a la guerra por ellas.
Soy el pintor tus dedos
Y el Picasso de tu cabello.
Soy el admirador de tu vestimenta
Y el amante de tu lencería.