Dayanara Mondragon

La de cada quien

La vida y la muerte sólo están separadas por una idea...

 

La de cada quien

 

Para entonces, ya estaré muerta,

habré recorrido el camino,

escalado la montaña,

vivido el pasado

e ignorado el futuro.

 

Será hasta entonces,

cuando incline la cabeza

y no por vergüenza,

sólo para descansar,

un instante y continuar.

 

No me rendiré ni lloraré,

será entonces cuando,

de mi alma se escuche

el grito final.

 

Para entonces,

volveré a nacer,

libre y sin prejuicios,

con mejor conciencia,

capas de amar,

con la intensidad

de un solo mecanismo,

con el mismo impulso

y más entusiasmo.

 

Pero no al hombre,

no al sueño;

si no, al instante mismo,

que se va creando,

como hoy,

pero en distinto cuerpo.

 

Para entonces;

mientras, seré yo,

mientras, pensaré en hoy,

después,

después ya llegara,

es lo de menos,

            no importa.