Negro monitor rector de un orden
Extracción sanguínea del desorden
Rostros, filas de viejos estertores
Miradas que nos apiadan dolores.
Penetra certera la aguja en la piel
Sin clemencias ni dulzuras de miel
Entre olores de fenoles y alcoholes
Se apaga luz vitalicia en mis soles.
El bastón descansa su callado
En la blanca sala mortuoria
Con licencia de la dura sifosis.
Pedro amigo se va llorado
Muy libre de la curva cruel escoliosis
¡Bienvenida necrosa euforia..!