Dicen que en los días de lluvia la gente se pone triste .
La gente se hace preguntas los días de lluvia, eso dice Sanmartín.
Yo me hago preguntas todos los días, me hago preguntas cada hora, cada minuto y cada segundo me hago preguntas. La lluvia es un repiqueteo constante.
Los días de calor, la lluvia es una bendición y el agua suena como un instrumento musical cuando la cañería se la traga. La cañería es un palo de lluvia. La cañería suena a Cuba y a Brasil y a selva, a café madurando, a Chechén y a chacáh.
Los días de frío, la lluvia es más triste, más húmeda, si cabe,
que mis respuestas.