Mamá, ¿por qué te cuento todo esto?\"
Yo entonces estudiaba,
apresado entre la anatomía,
y las jaquecas que acudían
como un lunes
los fines de semana.
Algún viernes salía al cine y a esperar la madrugada
regresando al amanecer cuando tu ya estabas levantada.
Lo primero, era un beso
luego me preguntabas del lugar que venía…
―Mamá, de Casa Ana María…
el único bar de esta ciudad
que no cierra ni de noche di de día ―
—¿Cómo lo puedes pasar bien hasta tan tarde?—
Nunca supe entonces darte una respuesta
y no era porque ya estaba obnubilado , es que entonces no sabía
que los años me darían la respuesta:
—Mamá, porque reía,
porque las horas pasaban sin contarlas.
Me reía con los amigos
divagando de Wojtyla y de su amiga filósofa Anna-Teresa de la que nos gustaba su físico y de aquel final de una carta en polaco , del entonces cárdenal a ella : \'te pertenezco\'.
La verdad es que esas palabras
cuando renuncias al amor
por un escapulario
son la mejor manera
de expresar los sentimientos.
Y me quedaba absorto
cuando el alcohol comenzaba a hacerme efecto
en esa frase mezclando la ginebra
con los planes del Pentágono
a punto de morir la guerra fría
y latiendo en mi cabeza
la poesía .
Me reía con Iñaki , cantando juntos \"Cambalache\"
a cambio de un cubata
y con casi la misma arena en la garganta
que el gran Julio Sosa y Cacho Castaña. ..
«Que el siglo veinte fue un despliegue de maldad igual que este ...que es lo mismo ser derecho que traidor».
Cambalache ...
¡Qué razón lleva la letra”,
nos decía Margarita
que con su metro cincuenta de estatura
tenía más dulzura y más empaque
que ninguna de las amigas
de aquella noches locas
a falta de bonitas piernas
y promesas en la boca.
—Mamá, yo reía y además
tenía tus manos siempre cerca.
Si os preguntáis por qué
os cuento todo esto,
porque se me han agotado los versos de amor que antes escribía
y esta noche de insomnio
tengo la voz con la misma arena
en la garganta
y en Oviedo ya no hay bares abiertos donde pueda
reencontrarme con aquel que empezaba a saber que la vida
tenías que encontrarla solo
o el destino era perderla.
_Mamá , aunque no supiera la respuesta , de ti aprendí
que querer no es un viaje de ida y vuelta..