DE LOS PEQUEÑOS MILAGROS
No es noche aun...
Y esta manía de escribir momentos
me confinan sediento
a reparar en gestos, palabras, afectos...
Pude explorar la infinitud
saboreando un café,
ser testigo de un insignificante tesoro al atardecer.
Gonchi, nuestro hijo mas pequeño,
en su momento adorado de pubertad,
tirado sobre Normi, en el sillón.
Mamá que con dedos extravagantes
juega a las cosquillas en su panza.
Brotan sus carcajadas destempladas,
agudas de niño y las primeras graves del crecer.
Los miro disfrutar. ¡Hay tanta dicha en ellos!...
Pienso nuevos oxígenos, nuevas alas.
Concibo un instante de pureza absoluta,
mas allá de las vicisitudes del amor, o del dinero,
los padecimiento y también la muerte.
Poder vivir, así de simple, sin mendigar fervor...
Cayendo la noche, al umbral de una mirada,
el milagro efímero de la felicidad me es dado.
A.C.F- JUNIO DE 2020
ARGENTINA