En una de tantas cartas mías,
Yo como siempre, te decía
Que te amaba como a nadie antes;
Que te soñaba despierto,
Que amaba como un experto,
Aún siendo un principiante.
Tú simplemente rompiste
Mi carta y no quisiste
Seguir enterándote de nada,
Porque según tu parecer,
La canción de mi querer
Ya era música pasada.
No llenaba tus anhelos
Y mis besos eran hielos
Que tu boca congelaban.
Y averiguar no querías
Si en todas mis fantasías
Esos "hielos" te quemaban.
Aquella última escritura,
Fue a parar a la basura
De tus recuerdos más tristes.
Y rompiste con el pasado,
Todo quedó olvidado
Y a recordar no volviste.
Ahora llegas, de repente
Y dices que te arrepientes
Y que perdone lo dicho;
Que quieres oírme, quieres verme
Y que el deseo de tenerme
No es un mero capricho.
Que tu acentuada inmadurez
No volverá otra vez
A dar al traste conmigo;
Que de mi trato diferente
Y de mi amor consecuente,
Eres tú el mejor testigo.
Que en todos tus sueños yo estaba,
Pero tú me lo negabas
Tan sólo por divertirte.
Y que en realidad,
Sabes que será verdad
Cualquier cosa que quiera decirte.
Olvida ya esta locura
Y piensa que fue una aventura
Que te bebiste con soda;
No quieras que hable de pasión,
Pues, según dijiste, mi canción
Ya está pasada de moda.
No me hables de mis besos
Que, según tú, eran esos
Hielitos de tu nevera;
No caeré en tu juego,
Si dices que ahora son fuego
Y quieres quemarte en mi hoguera.
Yo agoté mis esfuerzos
Y ahora con estos versos
Un último adiós quiero darte;
El adiós de quien te respetó,
De alguien que como yo,
Con su alma supo amarte.
Ahora en la basura con mi carta están
Rotos los "Te amo" que han
De morirse en ese ayer cercano;
Pero revísate si puedes,
No vaya a ser que te quedes
Con un pedazo en la mano.