En el negro silencio de la noche
busqué en tus divinos ojos la luz del mar
para que mis confusos pasos guiara
por la peligrosa senda de la libertad.
Anduve por los caminos del viento,
por las azules esferas de la inmensidad,
por las montañas, los valles, el río, la nieve,
pero tu verde luz no la pude encontrar.
En el negro silencio de la noche
buscaré otra vez la luz del esquivo mar
para que sus verdes reflejos me lleven
a donde sople la brisa de la libertad.
En las alas del viento