Tu silueta se delinea entre la palidez de la mañana
Dejando ver el contorno, cubierto por un velo idílico
Una luz tenue invade mis anhelos
Para sentir tu rostro recostado a mi pecho
Mi beso que te busca tímidamente,
Entre sueños insondables y tu piel ardiente
Hasta alcanzar tu alma llena de cantos y entrega
Para arrullar mis delirios al abrir del nuevo día
Tu brazo que se desliza por mi cuerpo inerte
Descubriendo mis ansias que aún guardan tu aroma
Brota la luz por la cortina entreabierta
Y el sol que articula, ya debo irme
Contemplo tu pecho entre las sábanas y la almohada
Y confieso mi espanto al sentir tu partida
Eres otra mujer, que se dispone al mundo
Dejándome aquí, con mis brazos sin vida
Una blusa entreabierta, una mirada esquiva
Anticipan tus pasos que lentamente se marchan
Un aire fresco, un sol matutino
Un simple adiós y suavemente te alejas