Conozco el frio de la soledad horadando mi alma
he visto la angustia cara a cara.
Se del corazón quebrantado de dolor mortal
y sollozos reprimidos.
Conozco el gélido silencio del olvido
donde no hay palabras de amor que te enciendan
ni abrazos que te abriguen, ni una mano que se brinde,
ni un amigo que se acerque en tu tristeza…
Si, conozco esa soledad…
Donde nadie te redime y todos son verdugos
De tu culpa y tu vergüenza.
mientas muerde el polvo el hombre que eres,
llora el niño que fuiste, su llanto de ausencias.
Fue quebrada tu altivez de juventud envanecida
Y se yergue por momentos victoriosa
La cruda realidad jadeando muerte.
Más, sabe Dios que aun sin fuerzas, he sacado valor de mis entrañas
he peleado la batalla!
he alzado mi pendón a sangre y fuego
como bravo que se inflama en el combate
he blandido cual espada mis versos
que drenaron amargor
hasta sanarme…
Rie el niño que fui, su risa alegre
mientras el hombre que soy camina en paz
siempre quedan cicatrices en el alma
y al final,
los jirones son guirnaldas
cuando se ha vivido para amar….
Furtivo