Hoy destrabo mis pasos
al invocar las alas de alguna mariposa
levanto el escombro que cae a diario
y lo envuelvo en arte que aspira a las estrellas.
No trunco mis leguas
ni abato los faros
tampoco le impregno alguna pausa
al aleteo de un colibrí.
Si,
aspiro a la ruptura de la noche
a la luz de las luciérnagas
a los sueños de la catarina.
Mi ruta es levantar las piedras
que traban el andar de los peregrinos
se que que ellas,
alguna vez,
habrán de renunciar a su oficio.