Arrequin

AƱoranza

Tras la seda del tiempo,

silueta luciérnaga,

rondas luz inconstante

las estaciones de mi humor.

 

De costumbres irreconocibles,

entre cada conjugación

de nostalgia

has de pronunciar la tragedia

con baladas de espuma,

arañas bucales,

pero seguro curiosa,

ya no quedarás paralizada

por el tedio   

que antes evadías

en bares y cafés.

 

Serás de un atardecer

menos intranquilo

al que conocieron

mis cienes

y ahí en tu pecho

nuevos peregrinos

habrán dejado idiomas,

parábolas y cañas,

que ocupas en soledad.

 

Ahora que vuelvo al contagio

de tu luna ausencia,

no pasaste por aquí

solo cargando contigo,

el ave de tu huida

ha dejado de chillar por toda

la casa

 

y destinados ya,

a un amanecer ajeno,

 

solo pregunto,

balbuceo:

 

¿El amor se espera

o se combate,

mi mariposa de sal?