Soneto para el Desgraciado
¡Oh, desgraciado humano vil que sí te escondes,
sí, como dentro de tí mismo y no haces casos,
y ser valiente como el Quijote en fracasos,
si, ni en el día estás y sí en las frías noches,
oh, tan desgraciado ente o como el vil misterio,
humanos tercos que visten de forasteros,
si en extremo terminan como los primeros,
cuando tu mundo es aciago, oh, hostil y delirio,
no desparrames en la sangre sin sentidos,
si cuando arde el temor a ciegas y en silencio,
haces desconfiar en lo incierto sin ser sabios...,
aquellos momentos cuando fue realmente,
tan ingrato el porvenir u originalmente,
oh, desgraciado y vil como eres finalmente...!.