¿Será la distancia?
Corté las flores
de aquél fatídico destino,
a largo plazo.
Instalé mejor el
estudio
para escribir las memorias muertas.
Te adorné la diadema
adornos de amor
y tristeza.
Y en la pared puse
el reloj
para contar historias.
¿Qué queda después?
Con nuestras vidas?
¿Será la distancia?
¿Que venera la elegancia?
¿Qué queda después?
¿De tanta soledad?
¿Será la distancia?
¿Al venerar la elegancia?
¿O tal vez sea el fonema de tú voz?
Que hace eco cuando
no estas…
o tal vez sea la locura de mi hoz.
Que marca la paz para igualar
la serenidad…
que tal vez suene a música.
Algo singular…
-¡A todo dar!-
ya eres libre.
Busqué renovar la cercanía,
a tus labios…
intenté realzar aquellos detalles.
De tu pelo;
tu sudor,
tu aroma y tu piel.
Más en el armario me dejaste
solo recuerdos,
y el buró me dejaste tus besos.
Y en la cama me dejaste tú cuerpo,
tu gran esencia;
tu plenitud y secretos.
¿Acaso tu planeaste esto?
-Mi soledad es tú venganza.-
mi problema tiene tu nombre.
¿Será la soledad?
¿Me estaré volviendo loco?
¿Será la distancia?
¿Que se viste de elegancia?
Y corrige hasta las letras
que escribo?
La deshonra habita en mi alma
y me siento derrotado…
más me hace falta tu esencia.
Y así es como me siento
un lunático;
desértico y abandonado.
¿Será la distancia?