Panda37

Llamas

Tus manos son llamas,

llamas de un fuego prohibido,

que juguetonamente

se deslizan por mi piel,

marcándola, quemándola.

 

Ellas se acercan, la rozan,

calientan y derriten.

 

Cual cera y llama

en su juego de pasión.

Mientras una brilla y resplandece,

la otra es consumida y desaparece.