Tú que bebiste el elixir del
amor,
y solo recibí el yugo de tu
dolor.
Dime, efímera tristeza por
qué callas.
Porqué ese vacío en el pesar
del alma,
que parece huir de todo y no
huir de nada.
Las aves no vendrán en el
otoño.
Calma excelso poeta y no
rechaces el amor.