Vamos a jugar con las palabras y a fingir lo que no sentimos,
Voy a imaginar que no te miro,
Y me es imposible, porque te llevo impresa en los iris de mis pensamientos;
Voy a jugar con tus recuerdos y a pensar que los he escrito,
Y yo iluso creo que juego,
Cuando tus recuerdos son el idilio, de aquellas noches en que te pienso;
Vamos a imaginar que no nos conocemos,
Y hacer de ese juego parte de un predicamento,
Pero termino siendo un protestante,
De ti, de tu cariño, de tu piel
Y de tus ojos oscuros tan tiernos ellos,
Porque eres tú mi iglesia, mi credo y el rosario en mi pecho;
Vamos a jugar que el Amor entre nosotros, es solo parte de un dulce sueño,
Y que al amanecer lo haremos con una sonrisa,
Porque habremos visto como es el amor y su delirio…
Pero desconsolado habría sido aquel juego,
Porque despierto y me duele tanto,
De que fueras sólo un sueño, y me pierda en triste llanto,
De no hallarte en medio del laberinto de mi duelo;
Vamos a imaginar, que no nos hemos abrazado,
Y a creer que todo estará bien,
Sin el dulce tibio de nuestro abrazo,
Pero que temor me invade de solo imaginarlo,
Si en un tiempo de tristeza,
Me faltara el cariño y el amor que sólo tengo de tus brazos;
Voy a pensar que sigo un tonto juego,
El de imaginar que no has existido,
Y como hacerlo sin borrar tu nombre, que llevo escrito aquí en mi pecho,
Como poder creer que un simple juego podría hacer tanto y tanto,
Si tu Amor ha sido mi piedra, mi palabra y mi fundamento,
Como poder creer que en un simple y fugaz juego,
Podría pretender borrar,
Todo aquello que por ti yo siento…
Y comprendo, que aun en la distancia entre esta tierra y tu hermoso cielo,
Vivirás en mí eternamente,
Porque eres mi base, mi palabra… y no un simple juego.