El verano duerme
bajo el alféizar
de tu ventana;
los pajarillos se balancean
tiernamente
sobre los rayos de la mañana.
Tu cálida sombra
duerme plácidamente
entre seda suave
y pétalos de rosa.
Observo tu cuerpo de nieve
mientras en mi faz
gotas de rocío llueven.
Y me dejo llevar
por el áura de tu suspiro,
y huelo ese aroma ignoto;
esa fragancia tuya de siempre
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLÉ
LIBRO VI