Ayer te vi pasar por los rizos del viento
en la verde brisa que brotaba de los mares,
ibas toda vestida con tu cendal blanco
en carro de plata por los ríos siderales.
Escuché el rumor de tu silencio
escondido en la verde sombra de los árboles,
allí te vi pasar en los brazos del aura
suspendida en las etéreas alas del aire.
Tus labios eran pétalos de rosa
que suspiraban rojas fragancias a raudales
y los embrujos de tus negros ojos
mis sentidos ofuscaron con dardos mortales.
Ayer te vi pasar enamorada del viento
por irisados ríos de auroras boreales,
ibas encendida en plateado halo de luz
entre las verdes ondas de tenebrosos mares.
En las alas del viento