Los fantasmas de nuestros recuerdos siempre están allí
para recordarnos nuestras frustraciones...
El fantasma
Jamás volvió a cruzar la calle,
esa de adoquines y hermosos cristales,
sin embargo, se le escucha
y se le mira, dibujado en la tormenta,
grita rabia de soledad,
frustraciones perfectas.
¡Nunca más! La palabra final
y siempre de vuelta.
Porque estoy viva...
Gracias
Entre palabras cortadas
he escrito toda mi vida
y no niego lo que sentía
siendo todo lo que tenía.
Heráldica en cada paso
que trascendí con sabiduría
y agradezco hoy a mis padres
por haberme dado la vida.
©2012 Daniela Dayanara Mondragón Núñez “De Espejos y de Sombras”